En la teoría, un troyano no es virus, ya que no cumple con todas las características de los mismos, pero debido a que estas amenazas pueden propagarse de igual manera, suele incluírselos dentro del mismo grupo. Un troyano es un pequeño programa generalmente alojado dentro de otra aplicación (un archivo) normal. Su objetivo es pasar inadvertido al usuario e instalarse en el sistema cuando este ejecuta el archivo "huésped". Luego de instalarse, pueden realizar las más diversas tareas, ocultas al usuario. Actualmente se los utiliza para la instalación de otros malware como backdoors y permitir el acceso al sistema al creador de la amenaza. Algunos troyanos, los menos, simulan realizar una función útil al usuario a la vez que también realizan la acción dañina. La similitud con el "caballo de Troya" de los griegos es evidente y debido a esa característica recibieron su nombre.
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